España se topa consigo misma


Debe reconocer un servidor que, cuando se imaginaba escribiendo este post, lo veía desde un escenario prudente, donde ya era todo un logro sacar un punto de cara a la clasificación para la RWC2023, confiando en que la gran dominante del REIC los últimos años, Georgia, pudiera ser accesible. Pues bien, he tenido que dejar pasar una horas para poder escribir sin esa sensación amarga que me quedó ayer en el cuerpo para poder realmente hacer mención digna de lo sucedido en el Central de la Universidad Complutense la mañana de ayer.

Hace años, plantar cara a Georgia se antojaba algo casi imposible, algunos recordamos la última victoria bastantes años atrás, pero ayer se pudo ver una España capaz de arrinconar a toda una potencia del Tier 2 que, de no ser por nuestros propios errores, debió salir derrotada. Pido perdón si me excedo en mis loas, pero a mi entender fue un partido de igual a igual que se saldo de manera desfavorable a los nuestros a consecuencia de nuestros propios errores.

El partido arrancó lejos de la idea disciplinaria ideada por los leones, las infracciones permitían a los lelos jugar en veintidos española, y a pesar de poder controlar la mayoría de las acometidas, el ocho georigiano, Jalagonia, lograba el primer ensayo, verificado con el TMO, que Abzhandadze transformaba con solo cuatro minutos jugados.

España no tardaría en reacionar y a los ocho minutos, una gran jugada terminaba con el ensayo obra  de Linklater, también verificado con TMO, que Bautista Güemes transformaba para devolver las tablas al electrónico.

Sin embargo, una vez más, las indisciplinas arrinconaban en su campo a España hasta que los visitantes tuvieron la oportunidad de sumar a los palos, Abzhandadze sumaba tres puntos que volvían a ponernos por debajo. El devenir quiso que cuando peor lo pasaban los leones, una defensa heroica nos permitía recuperar un balón anímico a cinco metros cuando ya parecía que se venía una nueva marca que hubiera resultado fatal.

Los últimos compases se jugarían en veintidos visitante, donde se tuvieron ocasiones de sumar desaprovechadas por errores de manos seguido de un puntapié de castigo fallado también, finalmente se lograría con el tiempo cumplido devolver las tablas al marcador con tres puntos sumados por Bautista Güemes.

Al descanso daba la sensación de que, si bien Georgia nos podía haber matado, los leones habían hecho ocasiones más que de sobra para haber podido irse arriba.

Santiago Santos movió el banquillo en la primera línea, pero sin embargo esto se tradujo en las primeras infracciones. A pesar de ello los primeros puntos llegarían mediante el pie de Bautista Güemes que nos ponía tres arriba por primera vez en el encuentro.

Pero aquí volvió a aparecer nuestro peor rival, nosotros mismos, error en la recepción del saque de centro que acababa con una acción de ensayo de Sharikadze para devolver a Georgia la ventaja a un marcador que ya no cedería. Posteriormente una nueva infracción permitiría a Abzhandadze sumar tres puntos extra en el ecuador de la segunda mitad.

España siguió moviendo el banquillo y esta vez, un golpe de castigo tras una acometida de Titi lo pasaba Linklater para volvernos a acercar en el marcador. Aunque otra vez nuestros fantasmas nos hacían errar la recepción y Georgia respondía con un ensayo tras maul de Bregvadze y pasado por Abzhandadze elevaba la diferencia a 16-25.

A partir de aquí volvió el monólogo de los leones, metiendo a los lelos en su campo, quizás relajados por el margen que tenían. Tres puntos de Linklater nos dejaban a tiro de ensayo transformado de la victoria deseada, y tuvimos opciones de conseguirlo, pero nuestros propios fantasmas, nuestros errores, nos privaron de una victoria que, a todas luces, nos hubiera dejado el panorama muy de cara para este periplo de clasificación mundialista.

El final tan fatídico hizo que nadie de los presentes fuera consciente en ese momento de la importancia del punto bonus defensivo, que  puede resultar clave en la clasificación final. Hoy, con otra perspectiva, nos hace valorarlo mejor.

Toca pensar en Rumania, nuestro próximo rival, con el que tenemos muchas cuentas pendientes y al que, ojalá, podamos imponernos el próximo fin de semana.

Ficha del partido

España: 1.- Fernando López (c), 2.- Marco Pinto, 3.- Jon Zabala, 4.- Víctor Sánchez, 5.- Manu Mora, 6,.- Kalokalo Gavidi, 7.- Pierre Barthere, 8.- Fred Quercy, 9.- Tomás Munilla, 10.- Bautista Güemes, 11.- Jordi Jorba, 12.- Alvar Gimeno, 13.- Alex Alonso, 14.- Brad Linklater, 15.- Charlie Malie

Suplentes: 16.- Titi Futeu, 17.- Vicente del Hoyo, 18.- Bittor Aboitiz, 19.- Anibal Bonan, 20-. Brice Ferrer, 21.- Kerman Aurrekoetxea, 22.- Gonzalo Vinuesa, 23.- Feta Casteglini

Georgia: 1.- Beka Gigashvili, 2.- Shalva Mamukashvili, 3.- Gia Kharaishvili, 4.-  Lasha Jaiani, 5.- Davit Gigauri, 6.-  Mikheil Gachechiladze 7.- Irakli Tskhadadze, 8.- Tornike Jalagonia, 9.-  Gela Aprasidze, 10.- Tedo Abzhandadze, 11.- Demur Tapladze, 12.-  Merab Sharikadze (C), 13.- Giorgi Kveseladze, 14.- Akaki Tabutsadze, 15.- Davit Niniashvili

Suplentes: 16.- Jaba Bregvadze, 17.- Guram Gogichashvili, 18.- Giorgi Melikidze, 19.- Nodar Cheishvili, 20.- Giorgi Tkhilaishvili, 21.- Mikheil Alania, 22.- Giorgi Babunashvili, 23-. Aleksandre Todua







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