Reflexiones en el ecuador del Seis Naciones

Llegamos al ecuador del seis naciones con menos incógnitas que nunca para las dos jornadas restantes y un duelo aplazado, puesto que el Francia-Escocia que cerraba la jornada no se pudo celebrar debido a la ola de positivos Covid en el equipo galo.

Aunque a raíz de los resultados vistos en esta última jornada tenemos varias cosas claras (comentando sobre los cuatro equipos que han jugado en esta jornada). Hay un equipo que desentona (Italia), y esto no es algo nuevo, y hay dos equipos que deben dar una vuelta de tuerca importante a su juego (Inglaterra e Irlanda). Por último tenemos a Gales que se presenta con expediente limpio de derrotas y confirmándose como claro candidato a ganar el VI Naciones después de tener ya en su poder el Grand Slam (título honorífico como campeón del IV Naciones anglo-británico).

 

Italia-Irlanda

De nada sirvió a la azzurra el jugar en casa y enfrentarse al único equipo que como ellos no conocía la victoria en el torneo. Inapelable victoria irlandesa con festival de ensayos tanto en delantera como en tres cuartos. El trabajo de la delantera del trébol impidió que Italia plantase algo más de cara donde mejor rinden. Stander, Ryan, Furlong y nuevas incorporaciones en delantera de la inagotable cantera irish demostraron que a pesar de ser irregulares, siguen siendo un equipo sólido y donde la vuelta de Sexton al equipo les da ese plus de competitividad que en ocasiones adolecen fuera de la isla.

Para Italia se acaban las oportunidades de romper su racha de partidos sin victoria en el VI Naciones y se acercan peligrosamente a las 30 consecutivas. Su juego en ocasiones parece vistoso en los tres cuartos pero no les da, simplemente no consiguen la velocidad necesaria ni con el balón en las manos ni con las variantes ofensivas para romper equipos tan organizados como son los del Tier 1. Tercer partido seguido donde encajan muchos ensayos (bonus ofensivo en contra) y donde no consiguen sumar ningún punto de cara a la clasificación final del torneo.

 


Gales-Inglaterra

Pues un partido donde se presumía una Inglaterra con ganas de comerse el mundo acabó siendo una confirmación de que Gales va muy en serio en este VI Naciones. Tiene ya el Grand Slam en su poder y le queda el fácil partido con Italia y el partido contra Francia en donde presumiblemente se jugará la victoria final en el torneo.

El problema principal que se le puede achacar a Inglaterra es su falta de adaptación al rugby ofensivo y dinámico que se desarrolla actualmente para conseguir victorias (aparte del juego bonito). El seleccionador Eddie Jones parece que no da con la tecla después de alcanzar hace año y medio en la semifinal del Mundial de 2019 contra los All Blacks el cielo deportivo. Sus jugadores son prácticamente los mismos que jugaron aquel partido, las nuevas incorporaciones parecen de buen nivel. Pero una falta de ambición y de buen rugby hace que sean actualmente un equipo sin alma. Solo han ganado un partido en el torneo y podrían perfectamente perder con Francia e Irlanda en sus partidos restantes.

Un equipo que antes del torneo parecía que podría quedar abajo en el torneo, sin plan de juego definido, con su entrenador Pivac en entredicho. Todo eso era Gales. Y cuando van de tapados están sacando su mejor rugby. Único equipo con pleno de victorias basadas en una defensa pretoriana a pesar de no demostrar un buen juego. Pero al final esto es deporte profesional, lo que importa es ganar y el buen juego ya vendrá después. Eso está consiguiendo Gales que tal vez cuando tenía el cartel de favorito colgado no conseguía luego plasmarlo en el campo. Alguna nueva incorporación en los tres cuartos como Rees-Zammit y los clásicos North, Davies, Williams y compañía siguen demostrando que el rugby galés está más vivo que nunca.



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